Estas lentes son colocadas directamente sobre la superficie ocular y sirven para corregir
problemas visuales, tales como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia.
Existen varios tipos de lentes de contacto, cada uno diseñado para satisfacer diferentes
necesidades de corrección visual y comodidad. Algunos de los tipos más comunes son:
Lentes blandas:
Están hechas de materiales flexibles y permiten que el oxígeno pase a través
de ellas, lo que las hace ideales para uso diario.
Lentes rígidas permeables a los gases (RPG):
Estas lentes están hechas de materiales duros,
pero permiten que pase oxígeno a través de ellas.
Son duraderas y proporcionan una visión
nítida.
Lentes multifocales:
Estas lentes están destinadas a corregir la presbicia, permitiendo ver tanto
de lejos como de cerca.
Lentes de contacto descartables:
Son lentes blandas que se usan durante un periodo de
tiempo específico y luego se desechan.
Cada tipo de lente de contacto tiene sus propias ventajas y consideraciones, por lo que es
importante consultar al contactólogo para determinar cuál es el mejor tipo de lente para tus
necesidades específicas.